Noche....

Yo estuve, una vez estuve... en la pared del universo, universo limitado. Tenía un piso y podía tocar aquella pared, todo estaba oscuro. No se podía ver casi nada. Parado, sobre ese piso, yo me apoyé en la pared. Había una ligera luz, un resplandor que me abrigada en ese "último paradero", donde la luz desaparecía, donde ese cristal absorvía todo y era a la vez el todo de donde vivíamos. En el piso había agua, poca agua, algo asi como un charco.
La peculiar tranquilidad que sentía era inexplicable, como si estuviese en mi lugar ideal, como si supiese que las cosas eran así. No había sorpresa, sólo nostalgia...
Aún recostado, levanté la mirada y podía ver las luces del universo a lo lejos, se veían como puntitos, destellos y manchas casi transparentes... en un aspecto bizarro y vivo.

-Quería volver a casa, pero me sentía en casa. Lo curioso fue cuando volví a escuchar las melodías de la Tierra: complejas, simples, curiosas, inexplicables e incompletas. Entonces... ¿Realmente dónde estaba?