Me gusta caminar... y me gusta que el frío me acompañe...

"De la misma forma que un tubo se puede convertir en un telescopio... Los anhelos de un niño pueden hacer el cambio del mundo, una realidad."




2:32am
Es una hora muy particular para mi, una hora agradable... pensar, reflexionar, jugar, reir, llorar, recordar...
Muchas cosas que dan vueltas en mi cabeza.
La ilusión de volver a ver al mundo de otra manera cobra vida y fuerza cuando tengo un motivo para hacerlo. Ver las estrellas y sentir que puedes tocarlas, suena a ilusión y sueño, pero ¿Quién dice que necesitas tocarlas físicamente? ¿Quién dice que tienes que sentirlas con tus manos? Cuando se disfruta más gozándolo con los sentimientos, los ojos, el corazón y hasta la propia alma.

Son las melodías y el silencio lo que siempre nos acompañan al pasar agradables momentos y tristes también. Y así estés "solo" nunca faltaran.

Quiero decirte que caminar sobre esta tierra es algo más que caminar, puedes mirar al horizonte y buscar, pero alzar la mirada es encontrar.
Quizá un ¿Por qué?, una razón, una pregunta que te llevará a otra, un momento..., a ti mismo.

Me gustan mucho los ríos y la brisa del mar, son dos cosas que nunca volverán al mismo lugar.
Tú puedes seguir los pasos de otro, pero nunca dar los mimos, recuerda que puedes ser mucho mejor.

Cuando se te regala una flor, es para que disfrutes y admires la primavera de su belleza. Y de ésta misma manera disfrutar de su otoño, y pensar que si vivió poco o mucho no importa, sino, que aquí completó su ciclo de la Naturaleza.



Saludar tres o cuatro veces a una persona con la que mantienes una conversación es interesante.
Es como jugar con la educación que existe del uno al otro de una manera inocente.
No sé si me equivoco, pero es como volver a sorprenderte de un saludo, empezar de nuevo la conversación, seguir riendo...
A veces estos saludos hacen que conversaciones que empiezan en un tema, terminaran en otro completamente diferente.

¿Y quién lo entiende? Simplemente sucede.

Aún así, no deja de ser un singular juego. Un juego que no tiene reglas, pero sí buenos jugadores.

Nieve y Arena, no son cosas muy distintas como lo creemos.
Con la arena puedes hacer castillos y darle formas, a la nieve también. La arena necesita agua, la nieve, pues... es básicamente agua. Utilizas casi las mismas herramientas, tu mismo ingenio y, sobretodo, tu alegría de crear algo nuevo.

Busco la mejor manera de despedirme, o almenos, el mejor modo de hacerlo. Y aunque en el intento paresca un tonto... sabes que no soy bueno para eso. Pero puedo asegurar que todo intento no es en vano, porque cada uno me da la oportunidad de decir algo.

Será curioso ver los barcos blancos flotando en un mar de chocolate...



¿No lo crees?

  1. Comment by Alejandra on 2 de diciembre de 2012, 15:27  

    Me copio tu lectura par leerlo en mi casa, no tengo internet :( Comensarè a leerlo mas seguido.... :)